Evangelismo Descuidado des de el Punto de Vista de los Indigenas

La llamada evangelización, tanto católica como evangélica, se ha enfocado en la conversión del alma, y ha desechado todo acercamiento de la cosmovisión indígena y la nuestra. Ha reducido la cosmovisión indígena a solo las prácticas de brujería y chamanismo. Muchos católicos y evangélicos no se han dado el tiempo de ver al indígena como un ser completo con las mismas necesidades de vivir, crear, mejorarse y superarse como cualquier otro ser humano. El indígena sigue siendo usado por otros cristianos para cumplir sus propios proyectos, sin pensar en los proyectos de los nativos, perspectiva que los descarta de ser “vecinos o personas semejantes,” por no mencionar el hablar de alguien que debe de ser considerado como equivalente o superior a uno mismo. Porque el discipulado no ha logrado considerar las culturas locales de forma seria, el evangelio – como Juan A. Mackay expresa muy bien en su libro “El otro Cristo español” – Cristo ha sido presentado como un niño o el crucificado, sin darle el valor de Salvador, Señor y Redentor. Esto demuestra porqué la traducción y alfabetización van de la mano. La traducción enfatiza la búsqueda y mejora de lo técnico, mientras que la alfabetización invita a una relación de acercamiento y deconocimiento de las particularidades de la cultura y el ver al “otro” como persona.

La evangelización de corte occidental, se apresura por cumplir sus proyectos a corto, mediano y largo plazo. Al hacerlo, los occidentals cumples con su “obligación” al presentar proyectos a las poblaciones indígenas de manera tal que no se les interrumpiera en “su trabajo.” No se tomó el tiempo para entrenarles en todo lo que involucraba tales proyectos en las áreas de administración, la idea de la pertenencia colectiva, que hacer cuando se malogra el proyecto, y el valor y uso del dinero. Esto ocurrió debido a que se le debía pagar al que aprende un oficio, aún cuando los misioneros sabían que quien tiene un oficio y presta servicios, puede hacerlo sin cobrar. Todo esto es para referirme al hecho de que la introducción de nuevas ideas y herramientas tenía el potencial de contribuir a la vida de los indígenas, sin embargo, este potencial fue desperdiciado por no pasar tiempo en el proceso de ayudar a las personas locales a entender aquellas herramientas. Desafortunadamente, estas actitudes no han cambiado mucho. Las denominaciones occidentales y la perspectiva misionera occidental siguen encarnando las actitudes colonialistas de individualismo, superioridad, y territorialismo, en lugar de cultivar una actitud de intercambio de conocimientos, habilidades y recursos mutuos, como iguales.

NOTAS DE PIE

1Ver John Alexander Mackay, The other Spanish Christ: A study in the Spiritual History of Spain and South America (New York: Macmillan, 1933)