+ La oración de examen es una práctica espiritual que trata de revisar el día para volver a sintonizarnos con aquello que es sagrado en la vida ordinaria. La oración, que suele durar entre 15 y 20 minutos, nos invita a recordar la presencia de Dios, expresar gratitud, reflexionar sobre el día y prepararnos para el siguiente día. Ofrecemos esta guía en forma de video, utilizando imágenes contemplativas capturadas de la vida de nuestros compañeros de trabajo, para mostrar cómo la aplicación de la oración es tanto orgánica como accesible. Una versión de audio completa estará disponible para aquellos que quieran practicar la oración de examen al final del día con las pantallas apagadas, y una versión de texto que guía a los lectores a través de la oración se puede encontrar a continuación.
Nota: Todas las imágenes de estos videos son originales del estudio FULLER y se filmaron en el sur de California. Las versiones de video, audio y texto estarán disponibles en inglés, español, coreano y chino. Adaptamos la oración de examen con el siguiente texto y lorciones de las Escrituras, y se las ofrecemos para su propia práctica devocional. Le alentamos a seguir el video anterior, el audio, o usar el texto como una guía personal.
Paso uno: Pedir a Dios iluminación
Detente, respire profundamente y entiende que está en la presencia de Dios. Dios ha estado con usted desde el comienzo de su día, en cada detalle. Mientras se prepara para recordar su día, pídale al Espíritu Santo que brille la luz y que aclarará su visión, para que pueda ver lo que Dios quiere que vea. En las palabras del Salmo 139, versículos 7 y 8: “¿A dónde podría ir para alejarme de tu espíritu? ¿A dónde podría ir para escapar de tu presencia? Si yo subiera al cielo, tú estarías allí. ¡Si bajara a la tumba, tú también estarías allí!”
Paso dos: dar gracias
Cada momento en su día es un regalo de Dios. Agradezca todo esto, incluso las cosas más pequeñas: un trozo de cielo azul, la música en sus auriculares, la sonrisa de un extraño. Permita que la gratitud le lleve a la plenitud de su vida.Los primeros dos versículos del Salmo 9 declaran: “Te agradeceré, Señor, con todo mi corazón; Hablaré de todos tus actos maravillosos. Celebraré y me regocijaré en ti; Cantaré alabanzas a tu nombre, Altísimo Dios.”
Paso tres: repasar el día
Piense en su día: con quién estaba, dónde estaba, qué hizo, por muy común que fuera. Recuerde las imágenes, los sonidos, los olores, las conversaciones, los pensamientos y los sentimientos que experimentó. ¿Qué le animó? ¿Qué le desanimó? Preste atención a esos momentos y ofrézcalos a Dios. El Salmo 139, versículos 1 al 3, dice: “Señor, me has examinado. Me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto. Incluso desde muy lejos, comprendes mis planes. Estudias mis viajes y descansos, Estás completamente familiarizado con todos mis caminos.”
Paso cuatro: Enfrenta tus fallas
Al considerar su día, reflexione honestamente sobre los momentos en que se sintió fuera de sintonía con Dios, algo que dijo, una oportunidad perdida, desearía haber actuado de manera diferente. ¿En cuanto a qué necesita el perdón de Dios? ¿Necesita solucionar alguna cosa con alguien más? Mire sus fallas y permita que Dios los cure. En las palabras del Salmo 51, versículos 10 al 12: “Crea en mí un corazón limpio, oh Dios, y pon un espíritu nuevo y correcto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no me quites tu santo espíritu. Restaura el gozo de tu salvación y mantén en mí un espíritu dispuesto.”
Paso cinco: Mira hacia el día que viene
Al terminar su día, mire hacia mañana. ¿Qué está esperando y qué le preocupa? Pida la ayuda de Dios para el futuro: que abra sus ojos, sus oídos y su corazón para que pueda ver dónde Dios está trabajando. Recuerde que Dios volverá a estar presente mañana, en todas las cosas, grandes y pequeñas, guiándole hacia la plenitud en su vida. Al concluir la oración de examen, recuerde esta promesa de los versículos 1, 2 y 8 del Salmo 121: “Levanto mis ojos hacia las montañas. ¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene del Señor, el creador del cielo y la tierra. El Señor le protegerá en sus viajes, ya sea que vaya o venga, desde ahora y para siempre.”
Créditos:
Lauralee Farrer, Directora
Tamara Johnston, Productora principal
Becky Still y Michael Wright, Escritores
Ron Allchin, Productor y supervisor
Kathryn Sangsland, Gerente de Proyecto
Nate Harrison, Director de fotografía
Zach Hammill, Cinematografía y Diseño de Sonido.
Reid Bode, Grabación de sonido
Patrick O’Neil Duff, Editor y Supervisor de Postproducción
Lindsey Sheets, Editora y colorista.
Lauren Meares y Aaron Dorsey, compositores de música
Mitch Ebbott, Ingeniero de grabación
Ran Jackson, Ingeniero de grabación y mezcla
Lauren Meares, Dana VanValin, septiembre Penn, Julie Tai, Rene Velarde, Vocalistas
Aaron Dorsey, Guitarra Acústica
Lauren Meares, Piano, Kalimba, Acordeón
Peter lim, Narrador en mandarín
Eun Ah Cho, Narrador en coreano
Ines Velásquez-McBryde, Narradora en español
Kia Hammill, Narradora en ingles
Con:
“Pídele a Dios la luz”: Dana y Eric VanValin con “Baby Girl”
“Dar gracias”: Elijah Davidson
“Revisar el día”: Randa Hinton y varios empleados de Fuller
“Enfrenta tus defectos”: Lauren y Matthew Meares, Ran Jackson, Ricky y April Jackson, Amanda Lindsey
“Mira hacia el día por venir”: Lindsey y Michael Wright
(c) 2019 estudio FULLER, filmado en un lugar del campus de Seminario Teologico Fuller en Pasadena, California.
+ La oración de examen es una práctica espiritual que trata de revisar el día para volver a sintonizarnos con aquello que es sagrado en la vida ordinaria. La oración, que suele durar entre 15 y 20 minutos, nos invita a recordar la presencia de Dios, expresar gratitud, reflexionar sobre el día y prepararnos para el siguiente día. Ofrecemos esta guía en forma de video, utilizando imágenes contemplativas capturadas de la vida de nuestros compañeros de trabajo, para mostrar cómo la aplicación de la oración es tanto orgánica como accesible. Una versión de audio completa estará disponible para aquellos que quieran practicar la oración de examen al final del día con las pantallas apagadas, y una versión de texto que guía a los lectores a través de la oración se puede encontrar a continuación.
Nota: Todas las imágenes de estos videos son originales del estudio FULLER y se filmaron en el sur de California. Las versiones de video, audio y texto estarán disponibles en inglés, español, coreano y chino. Adaptamos la oración de examen con el siguiente texto y lorciones de las Escrituras, y se las ofrecemos para su propia práctica devocional. Le alentamos a seguir el video anterior, el audio, o usar el texto como una guía personal.
Paso uno: Pedir a Dios iluminación
Detente, respire profundamente y entiende que está en la presencia de Dios. Dios ha estado con usted desde el comienzo de su día, en cada detalle. Mientras se prepara para recordar su día, pídale al Espíritu Santo que brille la luz y que aclarará su visión, para que pueda ver lo que Dios quiere que vea. En las palabras del Salmo 139, versículos 7 y 8: “¿A dónde podría ir para alejarme de tu espíritu? ¿A dónde podría ir para escapar de tu presencia? Si yo subiera al cielo, tú estarías allí. ¡Si bajara a la tumba, tú también estarías allí!”
Paso dos: dar gracias
Cada momento en su día es un regalo de Dios. Agradezca todo esto, incluso las cosas más pequeñas: un trozo de cielo azul, la música en sus auriculares, la sonrisa de un extraño. Permita que la gratitud le lleve a la plenitud de su vida.Los primeros dos versículos del Salmo 9 declaran: “Te agradeceré, Señor, con todo mi corazón; Hablaré de todos tus actos maravillosos. Celebraré y me regocijaré en ti; Cantaré alabanzas a tu nombre, Altísimo Dios.”
Paso tres: repasar el día
Piense en su día: con quién estaba, dónde estaba, qué hizo, por muy común que fuera. Recuerde las imágenes, los sonidos, los olores, las conversaciones, los pensamientos y los sentimientos que experimentó. ¿Qué le animó? ¿Qué le desanimó? Preste atención a esos momentos y ofrézcalos a Dios. El Salmo 139, versículos 1 al 3, dice: “Señor, me has examinado. Me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto. Incluso desde muy lejos, comprendes mis planes. Estudias mis viajes y descansos, Estás completamente familiarizado con todos mis caminos.”
Paso cuatro: Enfrenta tus fallas
Al considerar su día, reflexione honestamente sobre los momentos en que se sintió fuera de sintonía con Dios, algo que dijo, una oportunidad perdida, desearía haber actuado de manera diferente. ¿En cuanto a qué necesita el perdón de Dios? ¿Necesita solucionar alguna cosa con alguien más? Mire sus fallas y permita que Dios los cure. En las palabras del Salmo 51, versículos 10 al 12: “Crea en mí un corazón limpio, oh Dios, y pon un espíritu nuevo y correcto dentro de mí. No me eches de tu presencia, y no me quites tu santo espíritu. Restaura el gozo de tu salvación y mantén en mí un espíritu dispuesto.”
Paso cinco: Mira hacia el día que viene
Al terminar su día, mire hacia mañana. ¿Qué está esperando y qué le preocupa? Pida la ayuda de Dios para el futuro: que abra sus ojos, sus oídos y su corazón para que pueda ver dónde Dios está trabajando. Recuerde que Dios volverá a estar presente mañana, en todas las cosas, grandes y pequeñas, guiándole hacia la plenitud en su vida. Al concluir la oración de examen, recuerde esta promesa de los versículos 1, 2 y 8 del Salmo 121: “Levanto mis ojos hacia las montañas. ¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene del Señor, el creador del cielo y la tierra. El Señor le protegerá en sus viajes, ya sea que vaya o venga, desde ahora y para siempre.”
